¿Dónde ha ido todo el color?
En un fascinante segmento de 28 Minutos de ARTE, investigadores del Museo de Ciencias de Londres analizaron más de 7,000 fotografías de objetos cotidianos que datan desde el siglo XIX hasta hoy, y descubrieron una tendencia sorprendente: nuestro mundo está perdiendo su color.
Desde electrodomésticos hasta ropa y coches, los tonos brillantes están siendo reemplazados por un mar de neutros. El blanco, el gris y el negro dominan. Las calles están llenas de vehículos monocromáticos. Los armarios se inclinan hacia el negro y el beige. Y en nuestros hogares, los tonos terrosos y los materiales en bruto se han convertido en la norma.
Incluso el mundo de la moda —una vez conocido por su audaz experimentación— ahora tiende hacia el minimalismo. Si bien este cambio puede reflejar gustos cambiantes, también plantea preguntas más profundas: ¿Qué dice este desvanecimiento del color sobre nosotros? ¿Y cómo afecta nuestro estado de ánimo?
Por qué estamos rodeados de neutros
Las tendencias de diseño moderno valoran la simplicidad, la elegancia y la armonía con la naturaleza. Materiales como la madera, la piedra, el metal y el vidrio se combinan con una paleta de colores neutros: blancos, beiges, taupes y verdes apagados. Este estilo, influenciado por la estética escandinava y japonesa, tiene su encanto, pero a menudo a expensas de la calidez y la energía.
Cuando todo se mezcla en una paleta tranquila, la individualidad puede perderse. ¿El resultado? Interiores que se sienten serenos... pero a veces un poco sin alma.
El color afecta la forma en que nos sentimos
No se trata solo de una cuestión de gusto. Numerosos estudios psicológicos muestran que el color tiene un impacto directo en cómo nos sentimos. Los colores brillantes como el amarillo y el naranja estimulan la energía y la alegría. El azul calma. El verde restaura el equilibrio. El rojo evoca pasión y emoción.
En un mundo cada vez más despojado de vitalidad, la falta de color puede contribuir a la fatiga mental o a la planitud emocional. El color no es un lujo, es un ingrediente vital en cómo experimentamos nuestro entorno.
Pósters como remedio al minimalismo visual
Aquí es donde el arte —y especialmente los carteles— entra en juego. Una impresión bien elegida puede ser un poderoso antídoto para una habitación beige. Actúa como una chispa visual: añadiendo personalidad, calidez y un ancla emocional al espacio.
En Myretroposter, el color siempre ha jugado un papel central en nuestra filosofía creativa. La colección Vintage Exotics™ de Cha es un gran ejemplo: cada pieza utiliza solo unos pocos tonos cuidadosamente seleccionados, creando composiciones impactantes que se sienten tanto audaces como equilibradas.
Su Great Indian Decor™ serie adopta otro enfoque: visuales gráficas en blanco y negro acentuadas por un solo tono vívido. El efecto es dramático, elegante y lleno de carácter. Demuestra que incluso un solo color, cuando se usa con intención, puede transformar todo un espacio.
Color como un acto de autoexpresión
En una época en la que nuestros objetos, ropa y hogares están cada vez más diseñados para "encajar", elegir color se convierte en una forma de destacar — y de alzar la voz. Es una forma pequeña pero significativa de resistencia. Un recordatorio de que la alegría, la energía y la personalidad merecen su lugar en nuestras paredes y en nuestras vidas.
Así que si tu hogar se siente un poco demasiado beige, tal vez lo que necesita no son más cojines o muebles — tal vez necesita un póster. O dos. En color.
Explora más a fondo esta temática con este video de France Culture.