Por Pamela – Coordinadora de Estudio en MyRetroposter
Quizás ya me conozcas. Soy quien responde tus preguntas y soluciona problemas por email o WhatsApp. Me llamo Pamela – Pam para todos – y he estado trabajando junto a Alecse y Cha desde hace varios años.
Cada día, puedo ser testigo de todo lo que sucede detrás de escena: en el estudio, en la galería y detrás de la pantalla. Y recientemente, mientras actualizaba el sitio web, me tomé el tiempo para releer todas las reseñas que hemos recibido a lo largo de los años. Y algo me impactó.
No porque los estuviera descubriendo – recuerdo casi todos y cada uno – sino porque leerlos juntos, ver la imagen completa, reveló algo más grande que la suma de sus partes.
Crear un póster encargado no es solo crear una imagen bonita. Es escuchar, entender, traducir visualmente un recuerdo, un sentimiento, una historia familiar, un lugar querido. Y a lo largo de los años, a través de tus palabras, hemos llegado a darnos cuenta de cuánto significa este trabajo.
Hoy, MyRetroposter ha recopilado casi 1,200 reseñas en 7 años – y alrededor de 50 de ellas son sobre pósters encargados.
Puede que no parezca mucho. Pero tienen un peso diferente.
Al principio, las reseñas llegaban lentamente – una por una, como pequeñas chispas de alegría. No una avalancha, sino un ritmo constante. Y ahora, mirando atrás, ya no nos sentimos cohibidos por la cantidad. En cambio, estamos orgullosos.
Especialmente de esas pocas docenas dedicadas a las creaciones personalizadas de Alecse. Suelen ser más largas. Más emocionales. Más ricas. Cuentan historias.
"Le regalé a mi esposa un póster de viaje personalizado por su 40 cumpleaños... ella lo describió como su regalo favorito de todos." – Neil
"Recreó la casa de mi infancia hasta el último detalle. [...] ¡Realmente un gran regalo, para ti o para alguien más!" – Anónimo
"Este regalo que le daba a mi familia resultó ser un gran éxito." – Geraldine
"Un póster profundamente personal, capturando la vista exacta desde nuestra ventana." – Charlie D.
Estas reseñas pintan la imagen de algo real. Algo humano.
Este artículo es también el primero de una nueva serie que llamamos Dentro del Estudio. Y empezó como una broma interna: llevo años insistiendo a Alecse para que grabe videos de su proceso creativo. Pero siempre se niega. Cree que no sería lo suficientemente impresionante.
No empieza con una página en blanco. Empieza con una foto. Un resumen. Una petición. Luego viene el ida y vuelta, la duda, la contraluz, la superposición, el retoque. Pasará horas. A veces días. Y se pone nervioso antes de enviar ese primer borrador. Siempre.
A menudo dice: "¿Y si me equivoqué?"
Y sin embargo, sigue haciéndolo. No por el dinero — él es el primero en admitir que solía ganar más en una hora de consultoría que lo que gana con un póster encargado.

Su proceso no es llamativo. No verás videos en time-lapse de él dibujando de memoria o lanzando pintura sobre lienzo. Su arte vive en la superposición — en mezclar, retocar, reequilibrar, y volver atrás y adelante con los clientes hasta que sucede ese clic mágico.
Lo hace por el desafío. El miedo. La tensión. La emoción de construir algo con alguien.
Especialmente porque hoy, entre gestionar un sitio web que funciona 24/7, manejar pedidos enviados a más de 40 países al año, abrir una nueva galería en Barcelona, y preservar su vida familiar — que siempre ha sido una prioridad — Alecse solo acepta un póster personalizado al mes.
Pero lo hace con el corazón.

Alecse también es un introvertido profundo. Muchos no lo notan. Algunos lo confunden con distancia. Pero hablar en público e incluso conversaciones casuales no siempre fueron fáciles para él. Con el tiempo, ha aprendido a manejarlo. Pero todavía se siente más cómodo con una sincera conversación uno a uno que con una multitud.
Y tal vez por eso sus pósters conectan. Vienen de ese espacio tranquilo. De esas largas notas de voz de WhatsApp con un cliente. De esas historias compartidas. De ese momento cuando alguien confía lo suficiente para decir, "Este lugar significa el mundo para mí. ¿Puedes ayudarme a conservarlo?"
Y él lo hace.
“Es el regalo más significativo que he dado.”
“Tenía miedo de que Alecse no capturara el espíritu, pero lo clavó.”
“Se parece a nosotros. Se siente como nosotros.”
“Ya es un tótem familiar.”
Estas no son solo reseñas. Son prueba de que los pósters encargados se han convertido en un mundo propio en MyRetroposter.
No son solo para decoración. Son para recordar. Honrar. Celebrar.
Una cosa que me encanta es lo increíblemente diversos que son nuestros clientes de pósters encargados. Viven en Nueva York, Dubái, California, Bretaña, Pelham, Madrid, Mónaco, e incluso en aldeas remotas en los Alpes. Algunos son recién casados, otros jubilados, algunos en duelo, otros celebrando. Todos quieren una cosa: mantener un lugar, un momento, un recuerdo vivo.
Ya sea un hogar de la infancia recreado de memoria, una vista favorita vista durante una luna de miel, o un póster grupal con docenas de rostros para un aniversario único en la vida — Alecse escucha. Se preocupa. Duda. Entrega.
Y eso es lo que quería compartir hoy — no como un comercializador, sino como alguien que ha estado aquí todo el tiempo.
Gracias por confiar en nosotros. Gracias por escribirnos. Gracias por permitirnos ser parte de sus historias.
Nos vemos pronto para el próximo episodio de Inside the Studio ✨